A mediados de 2005, al calor de lo nuevo que brotaba entre los jóvenes docentes y becarios de Ciencia y Técnica, surgió conCienciaCrítica. Nos agrupamos alrededor de preocupaciones e inquietudes comunes sobre la situación de la Universidad, la orientación de la alctividad científica y los derechos postergados. Decidimos unirnos para transformar las críticas en un intento por cambiar las cosas...

domingo, 12 de diciembre de 2010

Discurso CD 13 de Diciembre

El proyecto que nos convoca hoy acá ha traído nuevamente la discusión al seno de nuestra facultad llevando a un choque entre distintos sectores y a una crisis institucional de la que las autoridades son las únicas responsables políticas y me refiero a los consejeros de ADU y Sumatoria. Pero quisiera justificar mi pedido de retirarlo del tratamiento el día de hoy:

Desde noviembre del año pasado, el proceso a través del cual se llegó a la conclusión de la resolución del 2 de junio de no acreditar grado y no volver a presentarse a las convocatorias de posgrado ante la CONEAU, fue un proceso democrático, que involucró a miles de miembros de nuestra comunidad académica. En el plebiscito organizado por la AGD y el CECEN así como en la consulta han participado más de 6000 personas arrojando resultados contundentes por la no acreditación y por contundentes me refiero a que más de la mitad de la comunidad votó que NO debía acreditarse NINGUNA carrera, expresando un rechazo de plano a la CONEAU y a la LES en sí mismas. Respecto de la pregunta particular "¿Deben acreditarse las carreras de posgrado?" el 55% votó NO y el 23% NO CONTESTÓ, mientras que un 22% votó por el SÍ. En ese 22% es donde los consejeros de Sumatoria encuentran la mayoría para re acreditar hoy las carreras de posgrado y avanzar sobre el grado.

El Consejo Directivo extraordinario donde se aprobó la resolución del 2 de junio fue convocado con antelación y fue presenciado por miles de miembros de nuestra facultad.

Desde noviembre del año pasado el reclamo de las agrupaciones llamadas antidemocráticas por ADU y Sumatoria los últimos días fue que la decisión de acreditar se tomara de manera democrática, mientras que el CD pretendía darle la espalda al debate. Qué paradójico que hoy se jacten de ser los paladines de la democracia.

Entiendo la preocupación genunina que tienen algunos graduados. Tengo en claro al mismo tiempo que se han encargado, para lograr sus objetivos de acreditar a la CONEAU y suscribirnos a la LES menemistas tanto las carreras de grado y de posgrado como se encargó de aclarar el vicedecano Reboreda en la última sesión de Comisión de Enseñanza, de chantajear a nuestros graduados con las becas de posgrado, que no es nada menos que nuestro sueldo. Que el CONICET le otorga becas exclusivamente a quienes estén acreditados a la CONEAU tiene base en un decreto presidencial menemista (del año 1996) que todos ya conocemos. Sin embargo, el fallo Marinelli es un recurso de amparo que nos protege de la LES, de sus instituciones como la CONEAU, y de las consecuencias de no suscribir a una, ni acreditar a la otra. Y esto no es una mentira como nos acusan los consejeros de ADU y Sumatoria, esto es un fallo judicial en plena vigencia que por si no queda claro voy a leer una parte del mismo:

En el considerando 17) dice Que examinadas bajo el prisma de la perspectiva propuesta en los párrafos precedentes, encuentro que las normas contenidas en los arts. 42, 43 y 50, primera parte, de la ley en crisis resultan claramente inconstitucionales.

Ello así, por cuanto la determinación de los "contenidos curriculares básicos", y de la "carga horaria mínima" que deben respetar los respectivos planes de estudio, así como la del "rendimiento académico mínimo" que deben observar los estudiantes para conservar la regularidad, comportan decididamente cuestiones que —por la indudable filiación académica que reconocen— resultan ajenas a la competencia del Congreso, limitada en los términos y con los alcances aquí definidos: no es posible ejercer ni delegar una competencia de la que se carece.

Y examinadas desde esta misma perspectiva, juzgo asimismo de inconstitucionales a las normas contenidas en el art. 29, inc. f), en tanto requiere que el otorgamiento de grados académicos y títulos habilitantes se conforme a las condiciones previstas en las normas precedentemente invalidadas, y a la contemplada en el art. 46, inc. b), en cuanto establece que es función de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (organismo descentralizado que funciona en jurisdicción del Ministerio de Cultura y Educación) acreditar las carreras de grado a que se refiere el art. 43 (cuya inconstitucionalidad ya ha sido materia de pronunciamiento), así como las carreras de postgrado, cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que establezca el Ministerio de Cultura y Educación en consulta con el Consejo de Universidades.

Relativamente a esto última, considero que no resulta excusa suficiente para admitir la competencia del Congreso en la materia, que se trate de profesiones cuyo ejercicio pueda comprometer el interés público poniendo en riesgo de modo directo la salud, la seguridad, los derechos, los bienes o la formación de los habitantes, pues tales circunstancias si bien autorizan, obviamente, el contralor por parte del Estado del concreto ejercicio que se realice de esas profesiones, no lo faculta para disponer un anudamiento entre los planes de estudio y los estándares fijados por un organismo extrauniversitario, habida cuenta de que los contenidos de aquéllos remiten a una materia decididamente académica que, como tal, ingresa entonces en el ámbito de competencia propia y exclusiva de las universidades estatales; y ello, aun tratándose, en el otro caso, de carreras de postgrado.

Y el fallo concluye con lo siguiente: Admitiendo, parcialmente, la pretensión instaurada en autos por la Universidad de Buenos Aires. Declaro, pues, la inconstitucionalidad —y consecuente invalidez— de las normas contenidas en los arts. 29, incs. f) y g); 42; 43; 46, inc. b); y 50, primera y segunda parte, de la ley 24.521; y 1, 3, 5, 6, 7, 12, 13, 14 y 16, del decreto 499/95; y desestimo idéntica declaración en orden a las restantes normas impugnadas. Las costas del juicio se distribuyen en el orden causado.

Y qué dice uno de los artículos inválidos? El 46 inciso b dice: Artículo 46º - La Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria es un organismo descentralizado, que funciona en jurisdicción del Ministerio de Educación, y que tiene por funciones:
b) Acreditar las carreras de grado a que se refiere el artículo 43, así como las carreras de posgrado cualquiera sea el ámbito en que se desarrollen, conforme a los estándares que establezca el Ministerio de Educación en consulta con el Consejo de Universidades; Nada más y nada menos que lo que puede hacer la CONEAU.

Y del decreto 499/95 el art 5º declarado inconstitucional dice:

Art. 5: La acreditación de una carrera de posgrado efectuada por la COMISION NACIONAL DE EVALUACION Y ACREDITACION UNIVERSITARIA (CONEAU), o por una entidad privada legalmente autorizada a esos fines, y sus efectos jurídicos y académicos consecuentes, tendrá una validez de TRES (3) años, a cuyo término se deberá peticionar una nueva acreditación, la que tendrá una vigencia de SEIS (6) años. Las instituciones podrán solicitar la nueva acreditación aún antes del vencimiento de los plazos aludidos.

Mientras que el art 7 dice:

Art. 7: Es condición necesaria para el reconocimiento oficial y la consecuente validez nacional de los títulos correspondientes a carreras de grado comprendidas en el artículo 43 de la Ley N. 24.521 o de posgrado, la previa acreditación de la COMISION NACIONAL DE EVALUACION Y ACREDITACION UNIVERSITARIA (CONEAU), o por una entidad legalmente reconocida a esos fines.

Sin embargo, la respuesta que durante meses se le exigió desde la AGD, el CECEN y JCP al Ministerio de CyT y al CONICET, llegó en diciembre cuando ya no hay clases, donde afirma que a pesar de la existencia del fallo Marinelli, el Ministro Lino Barañao no estaba de acuerdo con seguir otorgando las becas de doctorado a la FCEyN, amparándose en la falsedad de la no nulidad del artículo 39, digo falsedad porque el fallo declara inconstitucional la creación de la CONEAU y sus alcances tanto para las carreras de grado como de posgrado.

Desde AGD, el CECEN y JCP se comenzó a movilizar desde un primer momento para que la decisión tomada por la mayoría de la FCEyN sea respetada. La gestión de la facultad, ávida cuenta de querer reacreditar a espaldas de la mayor parte de la comunidad, se negó a realizar las gestiones necesarias para garantizar que se respete la voluntad de la mayoría. No han hecho más que el reclamo formal de solicitar la excepción.

Que se acuse de desestabilizadores a quienes desde la AGD y el CECEN organizamos 4 marchas al MinCyT, participamos de 2 audiencias con sus autoridades, realizamos charlas informativas, reuniones con becarios y estudiantes, petitorios y solicitadas resulta inaceptable.

El jueves pasado, teniendo en cuenta la preocupación de la continuidad de las becas para los actuales graduados, se realizó la última movilización al CONICET. El resultado es que no peligra la continuidad de las becas de los que hoy son graduados. Por derecho adquirido, el que ha iniciado en un posgrado acreditado no tendrá problemas en la presentación a becas tipo II, así como tampoco en las de post- doctorado por no existir requerimientos vinculados con la CONEAU para las mismas.

Hoy se pretende cerrar el debate sin clases y sin debate previo. La pregunta del millón es ¿Por qué el apuro? No se explica por plazos burocráticos porque la situación actual no variará en nada de acá a abril del año que viene, cuando la comunidad académica en su conjunto vuelva a estar en la Facultad.

El requerimiento de la acreditación para el otorgamiento de becas, reitero, depende pura y exclusivamente de un decreto de Menem. No se han agotado las instancias para reclamar su derogación.

En resumen, insisten con acreditar:

… despreciando el 92% de rechazo a la CONEAU recogido en el plebiscito
AGD-CECEN con la participacion de 2000 docentes y estudiantes,

...desconociendo el resultado del voto directo entre los 6000 votantes de
la consulta por ellos mismos convocada (55% NO, 23% abstencion, 22% Si).

... incumpliendo la legítima resolución del CD que avaló lo anterior en
sesión extraordinaria ante un aula magna repleta,

... intentando aprovechar una faculatd semivacía debido al final de la
cursada sin que exista ningún apuro real para revisar el tema.

... ignorando el fallo de la justicia que declaró inconstitucional la
acreditación de las carreras de grado y posgrado ante la CONEAU.

... instrumentando la mercantilización de la Universidad en una
continuidad política del neoliberalismo de los 90.

... subestimando la dignidad y la firmeza que históricamente caracterizó a
la FCEN a la hora de enfrentar las agresiones de los gobiernos de turno.

... promoviendo el chantaje y la confrontación dentro de la FCEN con
falsos argumentos como la amenaza sobre la continuidad de las becas:


Nosotros entendemos que para defender la democracia y la autonomía universitaria la única garantía es la movilización.

En cuanto a la discusión de la decisión democrática que se tomó y lo que Sumatoria intenta transfigurar diciendo que salió dos claustros contra uno voy a citar a un graduado de la facultad que ha mandado mail en estos días con este debate, ya que creo que se encuentra muy bien representado en sus palabras:

El movimiento de 1918 que detonó la Reforma Universitaria en nuestra
> Córdoba y aún (!) reverbera en toda la América hispana (y más lejos
> también) transformó definitivamente a la comunidad universitaria en una
> sociedad política moderna, y ustedes, Sumatoria, se comportan como los
> pajes y monaguillos del obispo cuyo morado atuendo hicieron jirones los
> insurrectos de entonces. Son un caso especial de necedad.
>
> Afortunadamente el sistema de gobierno de la Universidad, descendiente de
> aquella Reforma, y pese a las reminiscencias medievales de Sumatoria, es
> bien distinto de una autocracia sectorial. El sistema de elección es
> conservador (el adjetivo es calificativo, no peyorativo). Así, los
> profesores tienen proporcionalmente más consejeros que los graduados y
> éstos que los estudiantes. Cabe remarcar que, dentro de cada claustro se
> computa un hombre igual un voto. Una vez elegido, el Consejo Directivo se
> constituye como órgano de gobierno de la facultad toda. El CD así formado,
> representa y gobierna a TODA la comunidad. En tal carácter, como
> representantes y gobernantes de toda la comunidad, los consejeros deben
> atender a los intereses, las aspiraciones, bienestar y futuro de esa
> comunidad como un todo. Si cuando deben gobernar, CONSULTAN, no pueden
> luego aducir "los nenes con los nenes, las nenas con las nenas": esto NO
> ES UN JARDIN DE INFANTES; somos estudiantes, graduados y docentes
> universitarios, y por sobre todo CIUDADANOS. Opinamos como CIUDADANOS,
> sobre algo que compete a toda la sociedad, y a nosotros como algo muy
> próximo.
>
> Si los profesores respondieran sólo ante su claustro, si sólo ante él
> tuvieran que rendir cuentas, la representación de los demás claustros
> carecería de sentido, así como también la consulta. 8 consejeros
> profesores, más el decano con voto de desempate alcanzan para llevar
> adelante medidas ignorando por completo al conjunto de la comunidad.
> Petroni: en el sistema que usted propicia, el cargo que usted detenta
> sería meramente decorativo.
>
> Pretender que el Consejo Directivo es un organismo corporativo, como los
> gremios medievales, en el que cada consejero se debe sólo a los pares de
> su corporación; y, por añadidura, un único sector tiene la potestad de
> imponerse arbitrariamente sobre la opinión de la comunidad es a todas
> luces contrario a todo principio democrático. Más aún: es contrario a
> cualquier idea de gobierno posible y sustentable. Si el gobierno de la
> facultad fuese la autocracia que Sumatoria proclama estaríamos en
> presencia de un insulto y una burla a los estudiantes y a los graduados
> que, además de estar privados de toda incidencia práctica en la toma de
> decisiones, serían, por si fuera poco, objeto de un mofa colosal al verse
> obligados a nombrar consejeros puramente decorativos. Interpretar el
> gobierno universitario como lo hace Sumatoria equivale a incitar a los
> estudiantes y los graduados a levantarse contra un sistema que, no
> contento con excluirlos, les toma el pelo. ¿Pretende Sumatoria abrir esa
> caja de Pandora? En ese caso, ¿quién estaría desestabilizando?
>
> La cuestión de la vigencia a rajatabla de una Legislación para la
> Educación Superior, sistema de acreditación de carreras y financiamiento,
> que impulsó e impulsa internacionalmente la derecha, y obedientemente
> impuso en estas playas el Menemato, con su partido de gobierno y otras
> complicidades, es una papa caliente, y una hipoteca para el futuro. Hay
> retrocesos enormes de los cuales puede no retornarse. El posicionamiento
> frente a una cuestión así es de una caladura política que excede el manejo
> de la cuestión meramente académica (excede, no excluye).
> Sumatoria ha dado señales de ser fervorosa militante de las acreditaciones
> (si lo es además del actual gobierno nacional, es harina de otro costal).
> Pretenden disfrazar su adhesión con torpes elusiones, minimizan la
> importancia, el impacto negativo, el condicionamiento al que se somete al
> sistema público y pretenden que es el privado el que será sometido a
> control. ¿Si es tan inocuo, por qué tanto celo en aplicarlo?, ¿Por qué las
> amenazas?, ¿Por qué tanto empeño en desconocer doblemente la voluntad de
> esta comunidad? La primera "interpretando" los votos de la consulta, y
> ahora pretendiendo revertir lo que el Consejo ya resolvió hace muy poco
> tiempo. En sus términos Petroni ¿Porqué hacen tanto "quilombo cuando algo
> no le conviene o gusta a su sector"?
> Si antes de la votación de junio algunos de los miembros de Sumatoria
> escondían su credo acreditacionista, aludiendo nebulosamente a su vocación
> de discusión interna, sin explicitar nunca cuál era su postura real de
> cara a la comunidad, escondiendo lo que todo el mundo sabía que iban a
> votar; a la hora de votar se alinearon como patitos. Verticalidad, que le
> dicen. ¿Por qué tanto empeño en esconder una adhesión ideológica que, en
> los hechos, se muestra evidente?
>
> El claustro de Profesores, globalmente considerado, obró con sentido de
> buen gobierno. Desde luego, son las ponderaciones individuales, o la
> posibilidad de ejercerlas, o la voluntad individual de ejercerlas, lo que
> le ha permitido a este claustro distinguirse. No hubo allí un
> comportamiento corporativo, cuando del claustro de profesores por su
> naturaleza uno podía esperar un comportamiento más de cuerpo, más
> conservador, más alineado con la autoridad. La conserveta, las posiciones
> más de derecha, la interpretación más retrógrada de las representaciones,
> estuvieron (y están) a cargo de Sumatoria.
>
> Su mail comienza diciendo: "Respondo a Ojea". Unos renglones más abajo, ya
> se dirige a "ustedes". Hasta donde puedo apreciar soy un único individuo,
> indivisible y singular. ¿A quién le habla cuando se dirige a “ustedes”?
> Sucede que Sumatoria, luego de reducir el gobierno de la facultad a una
> autocracia sectorial, se ha dedicado a ningunear la posición masiva de la
> comunidad. TODOS le hacemos el juego al PCR, el PO, La Mella, etc, y por
> extensión a la derecha, ¿Los profesores también?
> Primero desprecian a todas las organizaciones opositoras a las que execran
> no sólo por opositoras sino más por “minúsculas”, y a continuación pasan a
> actuar y argumentar como si una consulta donde votamos TODOS (¡ante un
> requerimiento del Consejo Directivo!) no fuese otra cosa que una
> conspiración opositora.
> Sumatoria elude cuestionar de frente a los profesores de ADU que votaron
> de acuerdo al resultado de la consulta (incluido el decano, que presentó
> un proyecto casi idéntico al que se aprobó). Ataca sólo a las agrupaciones
> opositoras, cuando en realidad apunta a torcer la decisión de los
> profesores. El modo elíptico, indirecto, en que realizan esta maniobra los
> pinta de cuerpo entero, en su catadura moral y en sus prácticas políticas.
> Sumatoria se apura a someter a votación, fuera del período de clases y en
> época en que la mayor parte de la comunidad se encuentra materialmente
> limitada en su capacidad de participar y expresarse, un proyecto que anula
> lo que el CD votó en junio, de acuerdo a una consulta democrática y con
> masiva concurrencia de público. ¿Por qué tanta urgencia? Si el objetivo es
> garantizar las becas para los actuales y futuros doctorandos (actuales
> estudiantes), lo mismo dá votar ahora que en abril. Las becas para el año
> próximo están garantizadas. Las becas de tipo II, para aquellos que ya
> tiene beca de tipo I, también están garantizadas. Las becas de tipo I para
> el siguiente año aún no tienen siquiera fecha de convocatoria. ¿Por qué,
> entonces, tanto apuro? La respuesta es simple: Sumatoria quiere imponer a
> como dé lugar su propio punto de vista. La comunidad que se expresó y se
> movilizó para sostener su opinión mayoritaria en junio pasado, volverá
> hacerlo, si se le da la oportunidad. A los fines acreditacionistas de
> Sumatoria, es menester, por lo tanto, aprovechar todas las circunstancias
> que restrinjan o imposibiliten la participación para volver a votar en el
> CD. Con ese tipo de maniobras gobierna la derecha siempre que quiere
> llevar adelante políticas antipopulares.
>
> Releo los considerandos de la resolución del 2 de junio. El dictamen del
> Procurador del Tesoro, algo completamente esperable, no altera los
> argumentos sobre los que se basó aquella decisión. El requerimiento de la
> acreditación para el otorgamiento de becas, reitero, depende pura y
> exclusivamente de un decreto de Menem. No se han agotado, ni mucho menos,
> las instancias para reclamar su derogación.